Mi padres me llamaron Lydia a pesar de que todo el mundo ya me conocía como Elia, curiosamente para que no me pudiesen acortarme el nombre y anecdóticamente mi nombre ha pasado por todo tipo de estados, desde Lydia hasta la simplificación más profunda que podía tener mi nombre "Ly".
Bueno en definitiva, aunque sea un poco aburrida mi vida, os contaré un poquito sobre mí. Soy una persona muy inestable y borde a veces. Soy de esas chicas que prefieren, manta, palomitas y peli antes que tacones de aguja y música "chunda chunda", aunque he de admitir que de vez en cuando no esta mal.
Soy una persona alegre aunque muy sensible, me encantan esas pelis que me hacen llorar a moco tendido y no soporto la sensación de miedo. Tengo la mala manía de enamorarme de lo imposible y eso me trae muchos quebraderos de cabeza complementado con mi profunda cabezonería, esto hace que persiga mis sueños hasta el final.
Fui una profunda amante del Patinaje Artístico el cual practiqué durante 6 años, pero mi sueño se truncó cuando conocí el Boxeo, sí, raro pero cierto, pase de una chica fina en patines, a una chica algo dura con guantes de boxeo.
Elegí postularme como futura maestra, ya que siempre había sido mi pasión, así pues la compartí con mi Abuelo y mis peluches que los tenia martirizados a deberes y exámenes ficticios, locos a mis padres con tantas fotocopias absurdas sobre preguntas que ni siquiera yo entendía sobre los libros de texto de mi hermano, y afortunadamente ahora después de tanto esfuerzo he conseguido llegar a ello.
Bueno en definitiva y ya para dejaros tranquilos, solo comentaros que dejar mis tierras vascas me produjo de primeras un profundo malestar ya que deje a tras a toda mi familia y amigos, me produce gracia cuando la gente me dice que se quiere ir ¡YA! de casa, y yo les contesto diciendo: como en casa en ningún lado y es que en definitiva no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que no lo tenemos a nuestro lado.
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